Emilio González Barroso es un referente de la Música en Badajoz. Ha dedicado toda su vida tanto a la enseñanza como a su difusión con una intensidad que le ha llevado a ser la persona que todo pacense piensa encontrar en cualquier evento musical que se celebre en la ciudad así como en otras poblaciones extremeñas.
Ha ejercido de Maestro en centros de enseñanza y de Profesor de Música en diversos Conservatorios así como en Escuelas Municipales de Música. Ha sido Presidente de la Asociación de Coros y Danzas de Badajoz con cuyo grupo ha actuado en más de veinte países en importantes festivales folklóricos internacionales. Continúa siendo Vicepresidente de la Federación Extremeña de Corales. Es Profesor de la Universidad de Mayores de Extremadura en sus diversas sedes. Asesor Musical de la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste. Dirige en la actualidad la Coral Municipal de La Garrovilla y los Coros Folklóricos de Mayores de Badajoz. Ha sido comentarista musical del diario “Hoy” y en la actualidad de El Periódico Extremadura y La Crónica de Badajoz. Posee el Premio Nacional de investigación Folklórica del Ministerio de Cultura, el Premio Guadalupe-Hispanidad, el Premio Giralda-Encina de la Casa de Extremadura en Sevilla, entre otros galardones. Es autor de los libros: El Folklore Musical Extremeño, Cancionero Popular de Extremadura, Canto Coral y Villancicos Extremeños. Hoy, desde su jubilación, nos habla de su intensa vida.
Dijo en su momento: “Me jubilo como funcionario pero los artistas no se jubilan”.
Por supuesto. Un músico no se jubila nunca aunque abandone su actividad profesional pero su actividad artística perdura siempre, hasta que le falten las facultades precisas.
¿Siente nostalgia de su intensa vida laboral?
No, pues continúo ensayando y actuando con mis coros y como acordeonista. No echo de menos mi labor en el Conservatorio pues colaboro con frecuencia en sus actos académicos y conciertos.
Nació en Calzadilla de Coris (Cáceres) en el Valle del Alagón donde pasó su infancia. Háblenos de ella.
Sin duda que mi vocación musical, sin precedentes familiares, procede del hecho de que a los 7 años ingresara como “seise-cantor” en la Catedral de Coria, donde estudié con intensidad Solfeo, Canto gregoriano, órgano, latín…Después, a los 11 años, al quedar huérfano de padre y madre, llegué al Colegio San Francisco Javier de Fuente de Cantos, por un tío mío que era Misionero de la Preciosa Sangre, y allí proyecté mis conocimientos musicales cantando con el coro en la capilla, dirigiendo rondallas,
además de comenzar mis estudios de piano que oficializaba en el Conservatorio de Sevilla.
Su formación la adquiere en Badajoz donde desarrolla sus dotes familiares.
En efecto. Continué mis estudios en el Conservatorio de Badajoz, además de Magisterio, cursando la especialidad de piano con los profesores Isidro Duque y Esteban Sánchez. Los de Acordeón en el Conservatorio de Madrid.
Es usted Hijo Adoptivo de esas dos poblaciones.
En Fuente de Cantos me nombraron Hijo Adoptivo el año 1.992 por mi labor cultural y por mi continuada vinculación con el pueblo incluso después de haber salido de él, siendo el autor del Himno de su Patrona, la Virgen dela Hermosa, del himno del Colegio, pregonero de sus fiestas patronales, de su carnaval… Lo de Badajoz aún está en ciernes.
¿Cuál es el origen de ese amor desmedido hacia la Música?
Nunca será desmedido el amor a la Música por mucho que se le tenga. Mi interés por ella se ha ido fraguando e incrementando a lo largo de los años.
¿Cómo ha evolucionado el panorama musical en Badajoz?
Muy favorablemente. El Conservatorio, la Banda Municipal de Música, La Sociedad Filarmónica de Badajoz, las Escuelas Municipales de Música, La Orquesta de Extremadura, la intensa programación del Teatro López de Ayala; todo ello ha contribuido a que en la actualidad la Música tenga un gran predicamento en la
ciudad.
¿Y qué papel ha jugado en ello el Conservatorio?
Durante las tres décadas largas en las que ejercí como coordinador de sus actividades he podido ir percibiendo su impronta en la sociedad. De él han ido surgiendo excelentes profesionales nutriendo las aulas y las diversas agrupaciones musicales.
Háblenos de la música popular, de los villancicos.
El Folklore Musical Extremeño es de una importancia extraordinaria en el contexto cultural extremeño. De sus diferentes apartados el de los villancicos navideños es uno de los más destacados, con un repertorio muy abundante.
¿Su trayectoria musical y docente es tan intensa como el amor que profesa a la Virgen Morena de las Villuercas?
¡Claro que sí! Me nombraron Caballero de la Virgen de Guadalupe el año 1991 y en el 2014 me otorgaron el prestigioso Premio Guadalupe-Hispanidad, quizá por esa razón y por mi constante acción artística vinculada a la Patrona de Extremadura; de ambos
títulos me siento muy orgulloso.
Guadalupe tiene para usted un sabor especial. Son constantes sus visitas.
En efecto, han sido constantes mis actuaciones en la basílica del Monasterio, en el auditorio o en la Casa de Cultura con el Coro del Conservatorio de Badajoz o con las Corales de Llerena y La Garrovilla, con los Coros y Danzas de Badajoz, con el Coro Folklórico de Mayores. He ofrecido varias conferencias y recitales y presentado
numerosos conciertos, cada año los de la Hispanidad. No me canso de ir a Guadalupe.
¿Con tanta música a las espaldas: qué tiempo le dedica a las aficiones?
Es que precisamente la Música es mi principal afición además de la profesión. Tengo esa suerte.
También, sobretodo en mi juventud, he practicado deportes como el baloncesto y el fútbol, incluso el atletismo. Ahora voy a nadar al gimnasio.
¿Y a la familia y a los amigos?
Naturalmente. Nunca he descuidado a mi familia. Mi esposa, María Jesús, me acompaña algunas veces, no siempre pues sería extenuante. Tengo dos hijos: Juan Sebastian y Ana María, a los que inculqué desde pequeños el amor por la Música. Ambos estudiaron en el Conservatorio Piano, Acordeón y otras materias. Él es Doctor en Bellas Artes y Profesor en la Universidad de Salamanca y ella hizo Ballet, está ejerciendo como azafata de vuelo. Tengo dos nietos, Mateo y Martín, a los que, en cada cumpleaños, les regalo siempre algún instrumento musical. En cuanto a los amigos, mi intensa actividad me ha permitido tener muchos y muy buenos.
Para terminar: Cuéntenos alguna anécdota alrededor de la Música.
Imposible. Tendría que escribir un libro. Han sido tantas vivencias ,entrañables recuerdos de mis personales contactos con tantos personajes ilustres como el Papa S, Juan Pablo II con el que departí durante bastantes minutos en Guadalupe , el chelista
Rostropovich, la soprano Montserrat Caballé, los directores de orquesta Lorin Maezel y Baremboin a los que incluso he transportado en mi coche. Mis múltiples viajes a tantos países también me han aportado interesantes experiencias y simpáticas anécdotas difícilmente reseñables en unas líneas.
Pedro Montero comentaba a la jubilación de nuestro entrevistado: ”El hombre polifacético de la cultura musical en Badajoz, que lo mismo coordina las actividades del Conservatorio, que dirige coros, que presenta actos culturales y
festejos, las campanadas de Nochevieja, el roscón y cabalgata de los Reyes Magos, festivales folklóricos y conciertos, además de ejercer en la prensa como crítico musical. Cuatro décadas dedicadas con entusiasmo a la educación y a la cultura y a la música. ¿Quién da más?”